Se trata de una de las verduras más utilizadas en la cocina, pero también tienen propiedades terapéuticas eficaces a la vez que, sorprendentemente, puede utilizarse para hacer infusión. Es depurativa y colabora en gran medida al aumento de las defensas del organismo.
Infusión terapéutica de acelga.
Por un litro de agua hirviendo añadir 20 gramos de hojas
Dejar reposar y endulzar. Tomar dos o tres tazas a lo largo del día
Posee un alto contenido en folatos que contribuyen a aumentar los glóbulos rojos y blancos
También actúa contra el estreñimiento tomada en ayunas
Los riñones, el hígado y el páncreas también pueden verse beneficiados (raíces)
La fitoterapia tradicional indica que, añadiendo la misma proporción de berros a la infusión, puede ayudar a la eliminación de los cálculos biliares.
Conservar el agua
El agua de cocción o de infusión es muy rica en micronutrientes. En general todas las plantas verdes lo son, pero la acelga es especialmente rica en vitaminas A y B2 y C, potasio, fósforo y calcio.
Tiene una proporción de hierro superior a las espinacas. Por eso, si no se va a consumir el agua, es mejor hacerla al vapor.
Uso externo
Posee una gran capacidad para retener el agua de la piel. Mediante la creación de una película natural, actúa como un buen emoliente de aplicación cutánea.
Puede utilizarse de dos formas:
Aplicando las hojas cocidas sobre hemorroides, quemaduras leves o acné persistente.
Empapando una gasa esterelizada en el jugo de infusión y utilizar a modo de cataplasma.