El arrayán o mirto, planta aromática de bonitas flores blancas, ya era utilizado en la antigua Grecia a modo de ofrendas a su diosa del amor Afrodita. Hoy, usado en varias partes del mundo, se reconoce como una buena planta con distintas propiedades terapéuticas.

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Caspa

¿Molesto de esas partículas blancas? Cuece al gusto unos cuantos frutos de la planta junto a una taza de agua hirviendo y obtendrás una eficaz loción natural anti-caspa. Ten en cuenta que es posible que con este remedio se oscurezca el tono de tu pelo.

Asma

Una infusión de las ramas tiernas del arrayán es un muy buen remedio para abrir las vías respiratorias y reducir la posibilidad de sufrir un ataque de asma. De hecho, algunos fármacos contra esta enfermedad contienen aceite de la planta entre sus componentes.

Diarrea

También en forma de tisana (unos 25g. de las hojas por litro de agua), el arrayán alivia los calambres de estómago y endurece las heces para evitar visitar el lavabo cada dos por tres.

Resfriado

En este caso es el aceite esencial de mirto el que mejor nos puede venir durante procesos catarrales. NO se debe ingerir, sino que después de diluido en aceite portador (consultar las dosis con el especialista), sirve para untarlo sobre el pecho y descargarlo.

Cabello débil

Libros de hace varios siglos atrás ya afirmaban la propiedad del arrayán para frenar la caída del cabello y/o retrasarla. Para ello, prueba a machacar unas cuantas hojas de la planta y déjalas macerar en aceite de oliva, dejando reposar el preparado unas tres semanas. Finalmente, aplica el resultado a modo de champú.

Infección de orina

Por su capacidad antibiótica, esta planta trata la cistitis. Prueba a tomar una infusión bien caliente después de las comidas principales.